sábado, 8 de septiembre de 2012

El G60 en Pico Cerroso...



El día 17 de agosto circulaba por una de las calles que dan a la plaza, sobre las 8 de la tarde, y me encontré con Gelo que iba con su padre a tomar algo. Después de las salutaciones de rigor y preguntas de protocolo me dijo que había quedado con Luisfer, Jacinto y Guanchi para el día siguiente con la intención de hacerse una excursión a Pico Moro, como vienen haciendo desde unos años atrás.

“¿Por qué no te vienes con nosotros?”, me preguntó. Tenía la mañana del sábado algo ocupada, pero hice las gestiones pertinentes y me apunté. A los pocos minutos pasó por allí José Ángel y también se sumó a la partida, y como sospechábamos que Pepe estaba por aquí contactamos con él y otro más; con Giovanni que quiso acompañarnos formamos un grupo más variopinto que los de la Comunidad del Anillo : Gelo el elfo, con ese porte de prestancia que siempre tiene; Luisfer  Gimly el enano, que aunque no sea tan bajito la barba y la barriga cervecera le igualan el aspecto; Giovanni el hobbit que para eso era el más pequeño; Pepe el mago, o alguien va a discutir que Pepe siempre ha estado haciéndonos “trucos”, moviendo la barita (en este día cambió la barita por la bota de vino, con la aprobación unánime y algarabía de la compañía) para llevarnos donde quería; Jacinto podía ser un Ent en esta revisión del clásico, tiene esas formas extrañas, poco hablador y caminante solitario; Guanchi con  ese “pelao” y lo flaco y ver, como le vimos, pescando en el río casi en pelotilla picada se asemejaba al Golum, en guapo ¡eh, cuidao!; José Ángel parecía el Boromir, siempre cuestionando el camino a seguir, si seriamos todos capaces de cumplir la misión, remoloneando por la fatiga; así quedo formada la Compañía del Cerroso, ¡ah sí me quedaba uno!, el líder, el promotor de la primera escalada del G60 en el macizo del Pico Moro, el Guía, el verdadero señor de los anillos, ¡yo, claro! (advierto que el que no esté de acuerdo que se escriba una historia para él).

De esta forma tan casual y espontánea quedamos para el sábado 18 a las 08:30 de la mañana en Los Pelayos, dónde “pretendíamos” tomar un café antes de la partida, digo pretendíamos porque este pueblo ya no es lo que recordáis, los sábados y festivos ya no abren los bares para el café y el orujo de rigor, no por nada sino porque nadie va a ir a tomarlo y “abrir por abrir…”. A palo seco (a José Ángel ya se le cruzó el día con lo del café) nos encaminamos (en coche que iniciar un viaje a Pico Moro como antes desde casa, cuando íbamos a por té, está para otras edades) a Ocejo de la Peña para iniciar una ruta desconocida para la mayoría (parece mentira la de años que hemos estado aquí y no conocemos lo nuestro; es posible que hayamos subido el Aneto y no conocemos las cumbres que están en la memoria de nuestra niñez y juventud).

En las faldas de Pico Cerroso Luisfer, con acertado criterio, declino la invitación a pisar la cumbre, la subida es fuerte y aún nos quedaba mucho para regresar. A media subida nos hicimos una foto de grupo (¿dónde estabas, Jacinto?) en una placa que hay puesta a la memoria de un avión estrellado en el año 39 (después de discutir su idoneidad por tratarse de un avión nazi-alemán y tripulación fascista, y que concluimos que ellos al fin y al cabo también habían sido víctimas). Últimas rampas y cumbre, desde la que se contemplan vistas im-presionantes. Descendimos al Valle de Pico Moro (¿por dónde bajaste, Jacinto?) en busca de Luisfer y hacer el reagrupamiento, tomarnos un tentempié y continuar hacia Collado Genciana, bajar al Valle de Nuestra Señora y de ahí a los coches, dónde el merendero (¿alguien ha visto a Jacinto?).

Mientras nos recomponíamos y refrescábamos, discutíamos qué hacer a continuación, dónde tomar unas cañas y dónde comer; como con lo de comer no nos poníamos de acuerdo, nos fuimos de cañas por Olleros mientras nos lo pensábamos. Para hacer patria decidimos comer en el Hayedo, pero la idea de cargar con la comida hasta el lugar hizo que lo descartáramos a favor de comer en La Canalina y luego darnos un baño en el rio (¡qué nooo…!). y allí sacamos las viandas: una tortilla, otra tortilla, y otra y otra… con esta variedad de menú menos mal que había algo de chorizo y queso, todo regado con un vino de rivera de Duero que se trajo Guanchi que realzaba el gusto de las tortillas y una larga sobremesa de conversación, remembranzas y risas acompañados de un licor de moras casero made in me.

Continuamos con unas copas en la terraza de Los Pelayos hasta que poco a poco el grupo se fue disgregando de vuelta a sus casas, cargados de la fatiga del día pero con la sensación de haber pasado un día cojonudo y la firme promesa de repetirlo.

Y os la cuento así para que os corroa la envidia y pidáis que, si se repite, no se os pase apuntaros si volvemos a hacerlo. Os puedo asegurar que fue un día memorable.

Solo siento que con lo fácil que fue juntarnos, sin haberlo previsto, unos pocos, ¿cómo es posible que intentando organizarlo no seamos capaces de juntarnos, ya no digo más, los mismos? A ver si esto nos sirve de acicate para próximas ediciones.

Ya sabéis que esto que os he contado ha sucedido porque desde hace unos días podéis ver las fotos en el álbum del enlace que encontraréis en el margen derecho del blog.

¡QUE PARA LA PRÓXIMA TENGAMOS QUE CONTRATAR UN AUTOBUS!

5 comentarios:

  1. Bueno, a decir verdad, nos lo pasamos bien pero que muy bien pero el vino de Ribera de Duero lo trajo Gelo; yo, como el resto, me apunté a beberlo;
    Por cierto, ¿ y esas fotos "robadas" donde se ve de esa guisa?, ¡ojo al dato!, no pase lo que a la concejala de Yébenes y os tenga que demandar que para eso me asesoran Belen Esteban y toda esa banda, je, je, je.
    Saludos

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  2. Parece que esto está un poco parado, los que no participaron en la marcha no dicen nada, pero los que participaron tampoco (bueno solo guanchi).espero que solo sea un parón y que poco apoco vayan saliendo cosas nuevas.

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  3. Todo es por puta envidia Miguel,ademas estamos colapsados de tantos recuerdos por esas fotos.Por cierto, que bien os encuentro y que mal Yo por no estar alli,pero creo que en navidad puedo ir y espero veros. UN GRAN ABRAZO.chines.

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  4. Si te digo la verdad, veía esto tan parado que hacía tiempo que no entraba, pero me alegro de haberlo hecho hoy y ver tú sigues ahí. Yo también pienso ir estas navidades y espero verte, bueno y a los demás también, un abrazo y a ver si los demás se animan y comentan algo, lo que sea, el caso es que los que estamos fuera sepamos que seguís estando ahí (eso va por ti, Ricardo). Gracias Chines.

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  5. Bueno no se como empezar, el caso es que no se si voy a saber publicar este comentario porque es la tercera vez que lo intento y no veo el resultado.
    Solo quiero aprovechar este mensaje para desearos a todos felices fiestas y prospero año nuevo. También animaros a seguir con el proyecto de Ricardo que aunque algunos no escribamos, estamos pendientes de lo que se pone y a mi personalmente me hace ilusión ver.Animo Ricardo (y todos los demás).
    Un abrazo Tino.

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