No lo había
publicado en el blog porque la fecha no estuvo nunca del todo decidida, tampoco sirve de mucho ya que ninguno (casi ninguno para ser más justo)
contestáis ni dais señales de vida, todos los que podíais, o teníais
intención de estar, estabais pendientes de la cita (y todos los que queréis sabéis perfectamente cómo contactar).
Finalmente acabamos
reuniéndonos de casualidad (y por empeño sobre todo de Pepe) ya que el día
antes había sido suspendido el encuentro.
Justo cuando
nos disponíamos a hacer el reparto de viandas, la información meteorológica
recomendaba no estar por el monte el sábado 9 de agosto, pues se preveía que
llovería, poco, durante toda la mañana. Nuestro Maldonado particular aseguraba una tarde de viernes y una mañana de
sábado de agua y tormentas. Decidimos suspenderlo sine die, esperando mejor
ocasión.
Por la noche
Pepe, que no estaba de acuerdo con el informe meteorológico insistía en poner
de nuevo en marcha la reunión para el día siguiente porque no iba a llover
(acierto pleno) y porque sería difícil que en otra fecha coincidiéramos tantos
(también era un criterio acertado). Por si acaso quedamos para vernos a las 10
de la mañana del sábado para decidir definitivamente qué hacer.
El día
amaneció nuboso y amenazante, pero se vislumbraba que podía mejorar y que la
previsión de lluvia era casi nula. Ya no podíamos hacer la primera fase de
estas reuniones que hubiese sido una excursión a La Camperona subiendo por
detrás, por el camino de La Velilla de Valdoré; era tarde y la mayoría tenía
que ocuparse de la compra de lo que teníamos que llevar.
Quiero destacar
la actitud de José (Lamas) y Encarna, que habiendo recibido el aviso de anulación
el día antes y el aviso de que finalmente lo haríamos el mismo día a las 12:30
y que se encontraban en León, no dudaron en ponerse en camino para pasar el día
con todos. Esa es la actitud, no puedo menos que felicitarles.
El día fue
perfecto, no cayó una gota, incluso hizo una tarde de calor, para guasa y burla
del equipo meteorológico que lo pagó durante todo el día; y parte de la noche
(por lo que se decidió que habría que cambiar al equipo directivo, si lo hubiera…).
Después de la
sobremesa hicimos una excursión espeleológica por las cuevas de El Cristal, El
Pastor; y los que estaban más en forma a la Cueva de La Campana.
Terminamos, como
el año anterior, tomando unas copas en la Terraza de Los Pelayos (José Ángel
está aún recuperándose) y quedando para al día siguiente volver a reunirnos
para tomar los vinos en Las Bodas, como así fue (José Ángel estaba recuperándose).
Volveremos en
el 2015, y como alguno dirá que no le hemos avisado, que de saberlo hubiese
ido, o cualquier otra excusa, os digo desde hoy que será el día 08 de agosto, sábado.