Antes de que os preguntéis a qué viene esto, confío en vuestra benevolencia y condescendencia si os digo que estoy de guardia, pringando todo el día, y que el internet laboral está más castrado que un buey y más censurado que un periódico en Venezuela. Como no puedo desde aquí subir el fragmento de video que falta (aunque sigo confiando que sabéis qué hacer para verlo) y me apetecía colocaros algo ( y no es fácil habiendo sido alguno de vosotros reyes del colocón), pues me he dicho: ¡qué coño!, me subo una foto y enredo un poco con unas frases y si por casualidad consigo entreteneros un ratillo…, yo escribiéndolo ya he ocupado lo que sin vosotros hubiese sido un día de largo, tedioso y aperreado.
¿Quién ha dicho que pongo el título en inglés para vacilar de mi don de lenguas extranjeras? Si acaso presumo de mi don de saber utilizar el traductor de Google, que tampoco es asunto baladí.
Se debe no más a que al primer fogonazo que se me vino a la mente fue el parecido de este grupo fiestero a otros muchos que he visto de Guiris en el ocaso de alguna celebración, cuando los vapores alcohólicos ya han producido el suficiente efecto desinhibidor que te permite licencias de conducta que sólo el dolor de cabeza del día siguiente te impide sentir la vergüenza suficiente para lamentarlo con la proporción necesaria para que un sólido arrepentimiento se grave y te recuerde qué no debes de volver a hacer (esfuerzo harto inútil en lo que ha venido a ser el periplo de nuestras vidas).
A partir de esta exposición os propongo que, ya que alguno de los protagonistas, yo en primer lugar por burro y desmemoriado, no recuerda ni dónde estamos ni por qué, nos ayudéis a identificar primero el lugar y después el motivo del festejo (esto último puede ser más difícil porque, ¿quién dice que nos hacía falta algún motivo para montar una fiesta?) ya que la presencia de personas más serias y responsables que el que suscribe me hace pensar que tuvo que haber una razón importante para que pudieran juntarse en tiempo y lugar personas serias y responsables con ganados varios.
Si partimos del título que el donante de la foto propuso la cosa se pone peor. Guanchi, el dador (entiéndase bien), la tituló: “Nochevieja en el Kiss”, y ulteriormente a un fluido intercambio de correos hemos concluido solo lo evidente: que básicamente por ese vestuario tan ligero se nos antoja improbable que fuera entre el último de Diciembre y el primero de Enero ( y digo sólo improbable, que no es la primera vez que el calor de los espirituosos de Baco ha sido suficiente para compensar los rigores de frías noches de invierno, muy frías en nuestras latitudes…), y que por la arquitectura del local no puede ser el Kiss, al no tener este simbólico bar, ya referenciado en otra entrada, un rincón como el del retrato.
Yo sólo puedo aportar la confirmación de que la fecha es veraniega y que es muy posible que el momento sea posterior a alguna celebración, ¿boda?, ya que de ninguna otra manera correría el riesgo de salir de chanza con ese conjunto blanco impoluto sabiendo como acaban estas cosas, …que te dejas llevar…
Con esto termino con el principio: “Where are we?” o también: “Où sommes-nous” para los de francés (y si no es así, las reclamaciones al Dr. Eric E. Schmidt, Presidente y director ejecutivo de Google, Google Inc. 2400 Bayshore Parkway; Mountain View, Calif. 94043)
P. D.: Enviar las respuestas en comentarios a esta entrada. Se baraja como premio una invitación a la fiesta "Olleros`60 remembrance party weekend", cuya fecha está aún por cerrar (suponiendo que no hagamos dos o tres, ¡y se puede repetir!).