Debo de agradecer a Enrique (don Enrique, el maestro) su generosidad por cedernos una interesante colección de fotografías. Todos los que le conocemos sabemos de su afición por la fotografía y cómo se hacía acompañar de su cámara a todos los eventos que podían celebrarse en Olleros.
Nos encontramos un día en el Kiss y no hice más que preguntarle si conservaría alguna de aquellas fotos que nos hacía en el campo de futbol o cuando las funciones de Navidad o en las fiestas y le faltó tiempo para decirme que me las dejaba.
En las que he podido copiar no estamos en muchas de ellas (en las que estamos las he incluido en nuestro álbum) y para las otras he creado otro, cuyo enlace tenéis a partir de ahora (por si ya lo habíais intentado y no pudisteis, es que no se podía). Creo que a pesar de no referirse a nosotros es una colección interesante y que podemos pasar buenos ratos intentando reconocer quiénes son, cuándo y dónde…
Seguro que en alguno de los cientos de carretes que aún guarda tenemos que aparecer, pero son tantas las fotos que ha hecho que ni él mismo puede recordar. Si algún día las encontrara seguro que no tendrá problemas en cedérnoslas, lo que le agradezco por adelantado. Hoy cualquiera tiene una cámara, que al ser digitales puedes hacer tantas como quieras, pero hace quince años y para atrás solo unos pocos se permitían, por afición, el lujo de tener cámara, comprar los carretes (que no eran baratos) y revelar las fotos (que no era barato). Todo ello convierte esas fotografías en autenticas joyas y en un verdadero regalo para los que no pudimos plasmar aquellos momentos interesantes de nuestra vida y podernos recrear con su contemplación, con su recuerdo…
Lo dicho: ¡gracias, Enrique!,... y que las disfrutéis…
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