
¡¡Qué suerte
hemos tenido!! Hay que reconocerlo, hemos tenido mucha suerte, y podemos ser la
envidia de toda la comarca y de toda la provincia.
Lo peor es
que no sepamos verlo, no tengamos los ojos y la mente preparada para apreciar lo
que tenemos, hemos tenido, delante de nosotros durante tanto tiempo y no valorarlo
con la lucidez necesaria para reconocer lo afortunados que hemos sido de poder
ser testigos de ello, para reconocerlo ahora, no cuándo haya pasado mucho
tiempo, para reconocérselo en persona.
Desde hace
más de 30 años, ¿cuántos Manolo?, solo tú puedes saber con exactitud desde
cuándo, quienquiera que lo decidiese, determinó que tu destino habría de ser un
bullicioso pueblo minero de la montaña leonesa.
Manuel
Fresno, don Manuel, llegó como sacerdote a Olleros a finales de los 70 para
hacerse cargo de la parroquia de un pueblo minero en plena efervescencia que ni
de lejos podía imaginar su triste destino. Y llegó sin hacer ruido, tranquilo,
como ha sido siempre su carácter; activo, incapaz de concebir su servicio a la
sociedad de otra manera. A pesar de su condición de sacerdote católico, su
prioridad siempre ha sido el servicio a la sociedad, al pueblo,
independientemente de su credo. Siempre activo, siempre buscando el modo de
acercarse a sus feligreses, a las personas, a sus vecinos, a través de la
iglesia o de cualquier otra actividad.
Ha sido el promotor de “Las Rutas del Cares”,
de muchas de las excursiones que se hacían gracias a su organización; ha
conseguido que se realizaran las reformas en la iglesia de Olleros, sin miedo a
ponerse el mono y mancharse las manos; apoyó
las inquietudes que algunos chavales tenían por el teatro; impulsó que unos
jóvenes no practicantes iniciaran lo que hoy es conocido en toda la provincia, “El
Viacrucis Viviente”. Y lo que hace que
lo haya traído hoy a este blog, su apoyo incondicional a la Cultura, a acercar
a nuestro pueblo, a sus feligreses, a sus vecinos, a su gente, la literatura,
el teatro, el arte en todas sus facetas -pintura, escultura, fotografía,
manualidades…- la música, etc.
Y no es
casualidad que haya dejado para el final su mayor virtud: la generosidad. Es
generoso en todo lo que hace, sin pedir nunca nada a cambio, o esperar lo que
justamente le correspondería. A muchos os sorprendería saber lo que ha ayudado,
lo que sigue ayudando, a alguno de nuestros vecinos con problemas.
Ahora es el
arcipreste, y no tiene ni un momento de descanso por la cantidad de pueblos que
ha de atender y que se están beneficiando de lo que nosotros hemos disfrutado
durante tantos años. Y continúa con el mismo entusiasmo con el que comenzó, con
la misma energía e ilusión, sin fisuras. Sigue trabajando sin descanso para
buscar soluciones para nuestro pueblo, para nuestra comarca.
Hoy comienza
la XXX Semana Cultural de Olleros y tiene como lema la filosofía de la vida de Manolo:
“Siempre en Positivo”.
Gracias por
todo, Manuel Fresno, don Manuel, Manolo. Gracias por seguir ahí, por tu
esfuerzo, por tu generosidad…